• Todas las adquisiciones, enajenaciones y alquileres verificados con propósito de especulación comercial, de mantenimientos, artículos, muebles o mercaderías, sea en estado natural, sea después de trabajados o labrados;

• Las compras y ventas de bienes inmuebles, cuando se hagan con dicho propósito de especulación comercial;

• Las compras y ventas de porciones, acciones y obligaciones de las sociedades mercantiles;

• Los actos celebrados por empresas de abastecimientos y suministros; de construcciones, y trabajos públicos y privados; de fábricas y manufacturas; empresas de trasportes de personas o cosas, por tierra o por agua; y las empresas de turismo; las empresas de comisiones, de agencias, de oficinas de negocios comerciales, casas de empeño y establecimientos de ventas en pública almoneda; etc.

• Los contratos relativos al comercio marítimo y a la navegación interior y exterior;

• Los contratos de seguros de toda especie;
• Los títulos de crédito;

De entre las principales ventajas podemos destacar que se trata de un ganar-ganar, las partes intervinientes en el proceso serán guiadas, de modo que el acuerdo final resultará satisfactorio para todos. Otra ventaja lo es la flexibilidad del proceso, lo que permite que se expongan cuestiones que en un primer momento no se percibieron como fundamentales, al no considerar la presencia de un problema y no preverse por ende la solución a éste. Asimismo, destacamos como ventaja el bajo costo económico y el ahorro de tiempo, al tratarse de un mecanismo ágil y rentable, a diferencia de un proceso judicial que implica siempre un desgaste. Entonces al resolver un conflicto a través de los MASC ambas partes ganan, al reorganizarse las obligaciones pactadas de manera que sea factible el cumplimiento, dando oportunidad al obligado de cumplirlas, mediante un acuerdo que se adecúe a las nuevas condiciones que hubiesen orillado a la controversia y saneando la relación comercial.